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Aplicaciones, usos y detalles del metal perforado. Un material versátil para exteriores e interiores. 

Desde que la fachada dejó de ser un elemento pesado y estructural para transformarse en una envolvente piel o membrana, es capaz de proteger interiores, actuar como filtro del sol o del viento y mejorar las condiciones térmicas contribuyendo a la eficiencia energética. Así, cuando se habla de malla metálica, la referencia lleva al uso de la lámina o chapa como elemento principal de la envolvente de una estructura: aplicación que, en ciertos casos, proviene de soluciones industriales que han sido descubiertas y redireccionadas hacia la arquitectura.

 

Material versátil

En esa variante están las láminas o chapas perforadas, alternativa eficaz e innovadora que se aplica a exteriores y que representa un recurso cada vez más utilizado por los interioristas, donde la estética juega un rol esencial. Estas láminas son realizadas con parámetros estandarizados, pero también se producen a medida, respondiendo a diferentes proyectos profesionales.

La hoja o plancha metálica tiene perforaciones de diversos diámetros y espesores, uniformemente distribuidas gracias a la precisión de las máquinas de control numérico computarizado, toda esta tecnología permitie que la perforación de planchas delgadas sea cada vez más fácil y eficiente, a costos más accesibles.

Presentación

Se presentan en rollos o planchas. La diversidad de su uso requiere variedad de perforaciones: redondas, cuadradas, rectangulares, oblongas, hexagonales, triangulares y con estética. La perforación con tecnología láser permite infinidad de tramas y dibujos. El resultado del mix es un porcentaje de perforación que determina el grado de sombra y transparencia.

Las láminas más comercializadas “van de 0,7 a 9 milímetros de espesor y el tamaño es de 1×2 metros en medida estándar”, dice Etchegorry. En tanto, las perforaciones van desde 0,5 mm hasta 105 mm de diámetro y espesores que varían entre 0,3 mm y 20 mm. Con gran protagonismo actual en la ingeniería civil y arquitectura, gracias a su aspecto estético y funcionalidad son cada vez más usadas en el diseño de interiores, en proyectos arquitectónicos y en mobiliario urbano público o residencial (interiores y exteriores).

En la construcción, se emplean mucho en fachadas comerciales. En Quito y Guayaquil se pueden apreciar bares revestidos con piel metálica. Se los usa para pérgolas, para hacer entramados y también como parasoles. Su uso comprende también a cercos y rejas: aportan buena visibilidad desde interiores y generan privacidad desde el exterior.

Finalmente, su uso se popularizó en interiores, donde lo estético cobra importancia más allá de lo funcional. Así, las chapas perforadas se emplean como cielorrasos decorativos, fondos de jardín, para construir lámparas, para lograr efectos de retroiluminación, divisores de oficinas y hasta mobiliario, donde son muy bien recibidas por el estilo minimalista.

Piel de metal

Las láminas perforadas actúan como un moderador solar: ayudan a disminuir los puntos de reflexión de luz, alivianando visualmente el edificio. Las pieles metálicas ofrecen un sin número de alternativas efectivas de protección contra el calor del sol directo, mejorando el confort y habitabilidad. Eso favorece la climatización natural. Asimismo, es un material resistente, estructuralmente fuerte y totalmente reciclable, que aporta una solución novedosa.

En lo que a ahorro de energía se refiere, la utilización del acero con texturas dadas por diferentes terminaciones (incluso hasta con la aplicación de colores y luces) tiene como principal finalidad disminuir el consumo energético en aire acondicionado y calefacción.